El aislamiento obligatorio nacional por la emergencia de Covid-19 en el país ya tiene en jaque a uno de los sectores claves de la economía: la construcción. Con la declaración de la cuarentena, y tras el freno de las operaciones físicas en algunas industrias, la actividad hoy enfrenta uno de sus más grandes retos, pues no solo debe garantizar los más de 477.000 empleos, sino implementar acciones que le permitan mantener las edificaciones a flote.
Pero las cosas no son fáciles. De acuerdo con la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), la crisis nacional, a causa de la pandemia, generó que los empresarios frenaran 1.901 proyectos de vivienda, los cuales, en total, suman cerca de 238.588 residencias en proceso de construcción.
“Apoyamos de manera contundente las medidas del Gobierno porque lo primero es preservar la salud de los colombianos y de nuestros trabajadores. Suspendimos 1.901 proyectos que venían en construcción, y estamos hablando que tenemos, aproximadamente, 18,9 millones de metros cuadrados detenidos”, explicó Sandra Forero, presidente de Camacol.
Si bien la ejecutiva destacó que avanzan en estrategias para encontrar soluciones, sopesar la contingencia y no eliminar empleos, el panorama se agudiza un poco más al analizar lo que está en juego. Esto, debido a que el valor de esos 1.901 proyectos asciende a $53,4 billones, mientras que la demanda de insumos asociada a este volumen de actividad se valora en cerca de $27 billones.
La importancia de darle una continuidad y agilizar las prontas soluciones para los constructores se reflejan igualmente en los indicadores de generación de empleo que tiene el sector. En febrero, por ejemplo, la actividad generó 255.000 empleos nuevos, consolidándose como uno de los renglones más importantes para el mercado laboral nacional.
No obstante, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, advirtió esta semana que esta tendencia en la nueva población ocupada podría contrarrestarse por los efectos que puede tener el aislamiento en algunos sectores económicos.
“La atracción positiva que veíamos en la construcción y el alojamiento (en febrero) puede verse afectada por la parálisis de algunas obras (...)”, dijo Oviedo, a lo que agregó: “estamos hablando de los posibles efectos graves de esta situación”.
Es de resaltar que al corte del cuarto trimestre de 2019, el sector de la construcción tuvo una participación de 6,9% sobre el PIB nacional y el sector edificaciones tuvo una participación de 2,7% para el mismo periodo.
Sobre cuál es la opinión de los empresarios, el presidente de Amarilo, Roberto Moreno, precisó que desde la empresa, por ejemplo, están comprometidos con el bienestar y estabilidad de los más de 1.039 colaboradores directos. De hecho confirmó que no se les afectarán sus ingresos por la emergencia del Covid-19.
Virus afectará demanda por caída en ingresos
La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) estima que este año la economía tan solo crecería entre 1,8% y 2% a causa de la emergencia del Covid-19. Uno de los sectores con mayores dificultades sería la construcción, que según las proyecciones tendría un crecimiento de 1,6% en un escenario base y -0,1% en uno menos optimista. Esto obedecería a menores dinámicas tanto en las obras civiles como en las edificaciones, pues difícilmente se observaría una reactivación de las ventas de vivienda por las reducciones en los ingresos de los hogares.
Fuente: El Universal