Las retroexcavadoras advirtieron a los vecinos sobre los inicios de las obras del Parque Ambiental La Frontera Fase II, cuyo proyecto ha sido de amores y odios desde que la Secretaría de Infraestructura Física de Medellín anunció sobre este nuevo espacio.
Se dijo inicialmente que las obras iniciarían a finales del 2019, pero por retrasos en contratación se dio comienzo apenas hace unas semanas. Residentes del sector dividen sus opiniones sobre la construcción de este parque. Unos afirman que es positivo el aprovechamiento del espacio para beneficio de la comunidad, pero otros expresan su temor frente a lo que sería un lugar donde primaría el cemento y no las zonas verdes como se ha prometido desde el principio.
“Somos un libro abierto”
Hablamos con Sebastián Moreno, arquitecto residente de la obra, quien afirmó la buena participación de la comunidad frente al proyecto y la comunicación que han tenido las autoridades con los vecinos. “Se han hecho reuniones periódicas con los residentes del sector y escuchamos todas las opiniones. Este proyecto es de la gente y pueden realizarse reformas según las necesidades que se pongan sobre la mesa”.
Con referencia a este primer paso, Moreno asegura que “en esta fase uno vamos a desarrollar los gaviones (cesta de alambre rellena de piedras que sirven de separadores internos de la obra), el andén que va por toda la 18 sur, que tendrá accesos al parque para el peatón”.
La segunda fase consiste en la construcción de miradores y escaleras en la parte superior. Pero… ¿qué pasa con el tema ambiental? “El 80% de este proyecto es ambiental. Podemos asegurar que no vamos a talar un solo árbol de este sector, al contrario, se sembrarán 110 especies nuevas, entre ellas unos guayacanes rosados”.
Una de las preocupaciones puntuales de los vecinos: “Se van a reemplazar especies de árboles por jardines pequeños que no le aportarán nada al lugar”, dice Antonio Betancourt, residente del barrio San Lucas. Ante estas afirmaciones, Cristian Camilo Moreno Salazar, ingeniero ambiental de la obra, dice que “a las personas siempre les hemos dicho que este parque tendrá un concepto ambientalmente muy positivo porque no vamos a talar ningún árbol y será un lugar de esparcimiento para las familias, no solo para la comuna 14 o Envigado sino también para toda la ciudad de Medellín”.
El Jardín Botánico será el encargado de sembrar estas nuevas especies. De allí nace otra de las preocupaciones. Si se cumple con la siembra de estos árboles, especialmente con los guayacanes rosados, ¿cuánto tiempo demoran estas especies en crecer totalmente? “Son más o menos 50 años los que hay que esperar para eso. La naturaleza tiene su proceso y ese es el tiempo normal de crecimiento. Para ello, también es importante que la comunidad aporte en la hidratación de los árboles y plantas y que se haga un mantenimiento adecuado para que haya una apropiación del espacio”.
Pero… ¿quiénes harán ese mantenimiento, la comunidad o el Jardín Botánico?. “El Jardín lo hará inicialmente. Después de un mes ya no harán presencia tan seguido, por eso la invitación es para que los vecinos se apropien y participen en el proceso de hidratación”.
El 2 de marzo, biólogos realizaron un inventario de especies animales que habitan la zona. “Aves, mariposas, marsupiales y reptiles fueron detectados en este sector y es ahí donde comenzamos un proceso para los pasos de fauna (puentes que conectan de un sitio a otro sin riesgo a que estos animales sean atropellados en vías principales, en este caso en la avenida El Poblado) y el tratamiento que se darían a estas especies”, agrega el ingeniero ambiental.
Es importante recordar que el Parque Ambiental La Frontera Fase II se divide en dos etapas. Un total de 3.047 metros cuadrados de área construida en la etapa I, con 29.794 m2 de zonas verdes.
En la etapa 2 se construirá un área de piso duro de 2.239 m2 y 28.887 m2 de zonas verdes. El área total de pisos duros y zonas verdes en las dos etapas es de 5.286 m2. El plazo estimado para la entrega de la obra es de 5 meses.
Fuente: Revista Gente
