¿Está pensando en dar el paso para comprar vivienda con su pareja? La decisión no es fácil por varias razones: una eventual separación o la pérdida del empleo de alguno de los dos son parte de las variables que debe tener en cuenta para que la iniciativa no se le convierta en un dolor de cabeza.
Lo primero que se debe analizar es que si ya se tomó la decisión de hacer la inversión, el plan funcionará si se entiende que entre los dos se creará una suerte de sociedad empresarial. Tanto los ingresos del uno como del otro deben empezar a alimentar el presupuesto que se utilizará para hacer los pagos de la vivienda.
“Un beneficio grande está en que el pago de los créditos se aliviana considerablemente. Sumar esfuerzos financieros para hacer ese desembolso es, sin duda una salida, pero no la única”, aseguró Raúl Ávila, profesor de Economía en la Universidad Nacional.
También se pueden dividir las responsabilidades, referenció el profesor: “mientras uno se encarga de los gastos crediticios correspondientes al pago de la casa, el otro se puede preocupar de lo que tiene que ver con el pago de servicios públicos, mercado o actividades de entretenimiento”.
Lo cierto es que la Ley colombiana permite la solicitud de créditos en pareja (cuando haya una relación marital, de unión libre o comercial), lo que se constituye en otra de las ventajas. Dicta la norma que el único requisito es que al menos uno de los dos sea colombiano.
De esta manera, una pareja que en conjunto sume ingresos mensuales por cuatro millones de pesos puede llegar a tener un préstamo de 126,09 millones de pesos para comprar una casa que no exceda los 181 millones.
Hacer el presupuesto es clave: con una tasa promedio del 10,5 % (pueden ir desde 8 % y hasta 12 %) a la pareja le tocaría pagar cerca de 1,2 millones de pesos mensuales por el crédito, que deben sumarse a los otros gastos recurrentes: transporte, alimentación, pago de servicios, etc.
Por lo demás, tener entre 18 y 69 años, pedir financiación hasta por el 90 % para vivienda que no es de interés social (80 % para la VIS), contar con garantía hipotecaria y el tope de ingresos exigidos por cada entidad financiera hacen parte de las demás obligaciones.
Los cuidados
Pueden ser muchas las variables que afecten la estabilidad financiera de una pareja en la compra de un inmueble. En ese caso hay herramientas que se pueden utilizar para mitigar el peligro y no poner en riesgo el dinero invertido, el proyecto inmobiliario o el crédito solicitado.
Diego Sierra, abogado experto en temas inmobiliarios, recordó la importancia de tener, además de los deudores y respaldos del préstamo, figuras que hagan parte de la normativa nacional, como los seguros crediticios.
Así mismo, otro de esos salvamentos es darle al inmueble adquirido, o en proceso de compra, la connotación de “patrimonio de familia”. De acuerdo con la Ley 495 de 1999, un inmueble de esa índole recibe una suerte de protección que le protege, entre otros, de ser embargado por una o varias deudas que tenga alguno de sus propietarios.
“En caso de separación, por ejemplo, también existe la posibilidad de que los solicitantes del crédito tengan dos figuras que respalden ese préstamo: un deudor principal y otro secundario”, explicó Sierra (ver Paréntesis).
Finalmente, comprar algún tipo de inmueble en Colombia también se puede hacer bajo el amparo del “pro indiviso”, una norma que dicta que un bien (en este caso la vivienda) puede pertenecer a varias personas, y que serán esas partes las encargadas de responder por el pago de todos los gastos que se desencadenen de su manejo o adquisición.
“Pero hay que tener muy en cuenta que cuando se celebren este tipo de pactos de entendimiento, debe quedar estipulado en las escrituras del inmueble qué porcentaje es de cada propietario. Normalmente se da por partes iguales, pero no hay una obligación en ese sentido”, dijo Sierra
Fuente: El Colombiano